En anteriores posts hemos analizado el nacimiento de nuevas industrias gracias a la incorporación de las nuevas tecnologías. En este artículo, os presentamos otro concepto que, sin duda, también es una pieza clave en la evolución del sector legal: el Regtech.

“Reg” procede de regulación y “tech” de tecnología, por tanto, esta nueva industria abarca los servicios que permiten mejorar la regulación y el cumplimiento normativo a través del uso de la tecnología. Hasta ahora, el mayor impacto del Regtech se ha producido en la banca, de ahí que algunos lo consideren como una subárea del Fintech.

Las empresas dedicadas al Regtech desarrollan herramientas tecnológicas que permiten a distintas compañías contar con controles que garanticen la protección de los usuarios de Internet, en cuanto al tratamiento de sus datos personales y privacidad; esto a su vez beneficia a las propias empresas que lo usan, pues refleja confianza y credibilidad.

Entre las herramientas desarrolladas por esta nueva industria, se integran varias tecnologías como Big Data, Blockchain, Inteligencia Artificial o Machine Learning, entre muchas otras.

Además, dentro de los desarrollos de este sector se encuentra el Regulatory Awarness, una herramienta de análisis semántico que permite verificar que los requerimientos regulatorios se actualizan automáticamente.

Ventajas del uso del Regtech

Según un estudio realizado por Juniper Research, se cree que el gasto en Regtech se multiplicará por cinco en los próximos cinco años, pasando de 25.000 millones en 2019 a 127.000 millones de dólares en 2024.

Esto se debe a la importancia que está tomando la regulación de los medios digitales y las ventajas que trae en términos de coste y tiempo para aquellas empresas que están implementando el Regtech.

Estas son algunas de las ventajas de esta nueva industria:

  • Simplifica los procesos de control de cumplimiento.
  • Rápida adaptación a las novedades normativas.
  • Reconocimiento de patrones de comportamiento para la detección de incumplimientos.
  • Mejora de la gestión de la identidad de clientes.
  • Mitigación del fraude.
  • Seguridad para los clientes finales.
  • Reduce el incumplimiento de las normativas.
  • Reduce los costes relacionados con el cumplimiento regulatorio.

El surgimiento de esta industria ha servido también para establecer los estándares mínimos de actuación de las empresas en el ámbito digital. Seguramente, algunos de estos estándares terminarán legalizándose, de ahí la importancia que los abogados especializados en derecho digital y nuevas tecnologías conozcan en profundidad dichos procedimientos.

En el Máster en Derecho Digital, Innovación y Tecnologías Emergentes del ICAM, podrás prepararte para formar parte de esta nueva era digital y aportar desde el ámbito legal a la regulación de los nuevos modelos de negocio. ¡Te esperamos!