Los nuevos desarrollos tecnológicos están cambiando el mundo en todos sus aspectos, y es responsabilidad del sector legal prepararse para dar respuesta a los desafíos que plantea esta nueva era digital.

La impresión 3D es una de las tecnologías que ha generado más expectativas debido a la infinidad de usos que puede tener en las diferentes industrias. Sin embargo, como toda innovación, también da lugar a nuevos debates; por ello, el sector legal ha comenzado a analizar las implicaciones de esta tecnología.

La impresión 3D, también conocida como fabricación por adición, es un proceso por el que se crean objetos físicos mediante la colocación de materiales en capas, de acuerdo con un modelo digital. En otras palabras, esta tecnología permite que un usuario fabrique sus propios productos partiendo de modelos proporcionados por terceros o elaborados por él mismo.

El aporte más relevante de la impresión 3D es que puede utilizarse para crear cualquier objeto a partir de prototipos. Esta tecnología permite imprimir tanto objetos sencillos, como un lápiz, hasta productos complejos, como piezas de avión, implantes médicos y órganos humanos artificiales.

Retos legales de la impresión 3D

Los usos de esta tecnología son innumerables y, por ello, su regulación presenta muchos retos legales. A continuación, comentamos algunos de ellos:

  • Vulneración de la Propiedad Intelectual. La descarga de modelos 3D sin la previa autorización del titular de los derechos de propiedad intelectual es ilegal. Así mismo, el autor de un diseño tiene el derecho exclusivo de decidir si éste puede ser transformado o no; por tanto, el usuario que cambie, transforme o imprima un diseño sin el consentimiento del autor estará cometiendo un acto ilegal.
  • Vulneración de la Propiedad Industrial. La flexibilidad y simplicidad que ofrece la impresión 3D pone en riesgo las patentes, los diseños industriales y las marcas tridimensionales que pueden ser fácilmente fabricadas por cualquier individuo con los recursos suficientes. 
  • Impresión de contenidos ilícitos. Esta tecnología abre la oportunidad de que se impriman objetos ilegales, como pueden ser drogas, estupefacientes, armas de fuego etc. o productos al margen de su régimen de control y autorización, como los medicamentos.

La tecnología de la impresión 3D ofrece un panorama innovador que supone un desafío para el sector legal. Por ello, el ICAM ha desarrollado el Máster en Derecho Digital, Innovación y Tecnologías Emergentes, un programa que pretende formar a los abogados del futuro.